El codo de tenista es una lesión de lo más común que afecta principalmente a los jugadores de tenis, de ahí su nombre. Sin embargo, no es una lesión exclusiva de estos deportistas, ya que la pueden padecer todo tipo de personas, especialmente aquellas que realizan actividades repetidas con el brazo.
La enfermedad del codo de tenista es más habitual en personas mayores de 30 años, pero también afecta a jóvenes y niños. Habitualmente, estos jóvenes y niños la suelen sufrir por la práctica deportiva al repetir ciertos movimientos, por otro lado, en el caso de los adultos se suele dar en trabajos que obligan a la persona a hacer movimientos repetitivos.
¿Por qué se caracteriza esta lesión?
A pesar de que tiene un nombre común o cercano, lo cierto es que la lesión del codo de tenista es una lesión bastante dolorosa. Básicamente esta lesión se produce debido a que los movimientos repetitivos van dañando los músculos y los huesos.
Una peluquera que mueve el secador del pelo o el cocinero que continuamente mueve la sartén o cualquier operario de fábrica que en una cadena lleva a cabo el mismo movimiento constantemente está desgastando poco a poco el músculo y el hueso.
Debido a lo dolorosa que es esta lesión es importante buscar atención médica de inmediato para evitar que se confunda con otra enfermedad y así lograr un tratamiento adecuado gracias al diagnóstico.
Síntomas del codo de tenista
El síntoma más evidente del codo de tenista es el dolor. Debido a que esta lesión se sufre cuando los tendones que conectan los músculos del antebrazo con el hueso del codo se inflaman o se rompen, se produce un dolor intenso que se irradia desde el codo hasta el antebrazo.
Este dolor empeora cuando el brazo se somete a esfuerzo. Si se mueve el brazo o la muñeca, especialmente cuando se lleva a cabo ese movimiento repetitivo que ha provocado la lesión, el dolor empeora. Este dolor también puede empeorar cuando el brazo trata de levantar objetos pesados o se gira el antebrazo.
Situaciones tan cotidianas como dar la mano para saludar o apretar un objeto con fuerza, por ejemplo, tratar de retirar un corcho de una botella, pueden provocar un incremento del dolor en el brazo.
¿Cómo se puede tratar el codo de tenista?
Lo primero que debes tener en cuenta si experimentas estos dolores en el codo es ponerte en manos de un profesional. Dependiendo del grado de la lesión o para evitar que se trate de una lesión diferente, una opinión profesional te ayudará a llevar a cabo el tratamiento adecuado.
Lo más habitual es que el médico o fisioterapeuta te recomiende descansar el brazo y evitar llevar a cabo todas las actividades que suponen el movimiento de este. Evitar estas actividades no solo ayudarán a mitigar el dolor, sino que también es importante para no agravar la lesión.
El facultativo también te podrá recetar medicamentos para el dolor como analgésicos o antiinflamatorios. Dependiendo de la salud general de la persona la receta irá en un sentido o en otro y este es uno de los motivos principales por los cuales hay que contar con una opinión experta y no automedicarse.
El fisioterapeuta también te puede ayudar a reducir el dolor y mejorar aspectos como la fuerza y flexibilidad en el brazo. Con el fisioterapeuta puedes trabajar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para ayudar a reducir la tensión en los tendones y con ello mejorar en la recuperación.
Otro tratamiento que se puede llevar a cabo es la terapia con frío y calor. Esta terapia ayuda a reducir la inflamación y el dolor en el codo. Puedes aplicar hielo durante unos 15 minutos varias veces al día para reducir la inflamación como si se tratase de cualquier otra hinchazón. Por otro lado, la aplicación de calor ayudará a mejorar la circulación sanguínea en el codo y con ello a reducir la tensión muscular.
¿Se puede prevenir el codo de tenista?
Si has sufrido alguna vez codo de tenista y sigues llevando a cabo los mismos movimientos que en su día lo provocaron es posible que lo vuelvas a sufrir en el futuro. Para evitar que esto pase te recomendamos que lleves a cabo ejercicios de fortalecimiento para fortalecer los músculos del antebrazo.
Estos ejercicios de fortalecimiento te ayudarán a tener unos tendones y músculos más fuertes y, por lo tanto, menos sensibles al desgaste. Por otro lado, utiliza el equipo o instrumental necesario de la forma adecuada, por ejemplo, mediante el agarre adecuado.
Finalmente, una buena idea es calentar un poco los músculos antes de llevar a cabo las acciones repetitivas. Además del calentamiento, no olvides realizar algunos periodos de descanso para aliviar la tensión en el brazo y prevenir las lesiones.